El excelso general-presidente de Cuba cumple 80 años (lo que eleva aún más la edad promedio de los líderes gerontocraticos del pais). Ayer, mientras hacía un recorrido en compañía del ex-presidente de Brasil, Lula da Silva, el general presidente lanzó una pregunta a las periodistas que le seguían:"¿Cómo me ven; las muchachas cómo me ven? ¿Cuántos viejos de 60 años hay por ahí que no están como yo?”
No sé si eso de congraciarse con las muchachas sea para acallar los persistentes rumores que circulan en Cuba sobre su homosexualidad. De ser ciertos esos rumores, debería aprovechar la apertura que su hija Mariela ha logrado para los homosexuales y salir del closet de una vez, sin verguenza ni pena.
Ahora quiero responder brevemente a la segunda pregunta del presidente: ¿Cuántos viejos de 60 años hay por ahí que no están como yo?”
Señor presidente,
En Cuba hay muy pocas personas de 60 años que están como usted. La mayoría no se conserva como usted, y la razón es muy simple: ellos no tienen acceso a las comodidades que usted disfruta, ni la atención médica que usted tiene, y mucho menos la alimentación que ingiere. Esa es la pura y simple verdad.
