La prensa oficial, la única permitida, y toda en manos del gobierno, es siempre la última en enterarse de lo que pasa. Todo tiene que ser aprobado por un censor con tijeras gigantes, sentado en una oficina que se encuentra "arriba" (en los más altos niveles del gobierno). Mientras tanto, cuando ocurren hechos que impactan el normal desenvolvimiento del país, primero se reunen el "padre de la patria" y sus mayorales (ahora es el hermano del "padre de la patria" y los mismos antiguos mayorales). Ese encuentro quizas será filmado en video, será editado para eliminar las partes más sensibles y finalmente se decidirá hasta que nivel, dentro del partido comunista, sus militantes (únicos en el pais con capacidad para entender) tendrán acceso. Los militantes de base, cuya única tarea es asentir y poner en práctica lo que viene de arriba, muchas veces no tienen acceso al video o sólo tienen acceso a una versión más simplificada del asunto.
¿Y el pueblo? !Bien, gracias! Al pueblo le llegará si acaso la versión adulterada de lo que algunos militantes de base vieron o escucharon, o los rumores callejeros. Desastres naturales o humanos, debacles de empresas y organismos económicos, la participación de tropas cubanas en guerras en el exterior, las razones de la falla o escasez de algún recurso, deserciones de funcionarios importantes, crímenes comunes, casos de corrupción al más alto nivel, conflictos internacionales en que está involucrado el pais, la defenestración de altos funcionarios (¿recuerdan a Aldana, Robaina, Lage y Perez Roque?), todo pasa a ser un secreto por arte de magia.
Lo mismo sucede con la información internacional. Los altos funcionarios del régimen (léase ministros, viceministros, altos mandos militares, los altos líderes comunistas y otros "confiables") reciben diariamente un boletín impreso (sin censura) con las noticias de las principales agencias internacionales, tanto sobre Cuba como sobre el resto del mundo. No recuerdo el nombre del boletin, pero varias veces lo vi en las oficinas de cierto viceministro. El pueblo nunca ha tenido acceso a esas informaciones sin censura, lo que nuevamente refleja la desconfianza del régimen hacia el pueblo más "educado y culto" del mundo.
¿Por qué hablo ahora del secretismo oficial? Porque a pesar de la supuesta apertura emprendida por Raúl Castro, el régimen sigue escondiendo muchas de las cosas que pasan en el pais. Hay malos hábitos que ya en la vejez son difíciles de erradicar.
Por suerte, los twiteros y blogueros independientes están obligando al régimen a ser más abierto, muy a pesar de sus ancianos líderes.