El presidente cubano ha sido rechazado en un hotel Hilton en Trinidad y Tobago. Resulta que por culpa del bloqueo, a Raúl Castro no le permitieron hospedarse en el mencionado hotel, donde se quedaría para asistir a una cumbre de los países del Caricom.
Quiero aclarar, antes de que me ataquen, que estoy en contra del bloqueo (sólo ha servido como justificación de todo lo mal hecho en Cuba) y me parece estúpido que se niegue la entrada del presidente en un hotel que ni siquiera se encuentra en territorio estadounidense.
Pero no pude sino sonreir al pensar que por un instante, el compañero presidente pudo sentir lo que sentimos la inmensa mayoría de los cubanos durante las muchas décadas en que nos discriminaban en nuestra propia patria- y no sólo en los hoteles.
Aunque el "inelecto" presidente encontró rapidamente otro hotel (donde gastará mucha plata del pueblo cubano, como hacía su hermano) es bueno que haya experimentado el rechazo, ese al que su gobierno nos ha sometido durante tanto tiempo.
