jueves, 8 de octubre de 2020

Che Guevara: el Mito Fracasado

 


    El Che Guevara es quizás la figura más conocida de la iconografía oficial de la dictadura cubana. Es bien sabido que el Che fue abandonado a su suerte por Fidel Castro, luego de que hiciera críticas públicas a los dirigentes soviéticos, los mismos que mantenían con subsidios multimillonarios a la dictadura de Fidel. 

    Después de morir de la misma forma que vivió (de forma violenta), Fidel Castro vio una excelente oportunidad de convertir a su antiguo compañero de luchas en un héroe y símbolo de la revolución, algo en lo que su dictadura es experta. Ahí comenzó la campaña propagandística permanente para realzar la figura del Che, un aventurero mediocre y fracasado.

    Si usted es de los zurditos que se ha tragado toda la demagogia de la dictadura cubana sobre el Che, va a decir que es un sacrilegio hablar así de ese personaje. Yo me remito a las evidencias: el Che Guevara fue un fracaso como padre, como médico, como presidente del Banco Nacional de Cuba, como Ministro de Industrias, y como guerrillero. A continuación explico mi razonamiento:

    Como padre de multiples hijos, el Che demostró el poco apego de los comunistas a los lazos familiares y los hijos. Su primera hija nació en Guatemala. El Che pasó muy poco tiempo con ella, y siendo muy pequeña la abandonó para irse de aventuras con Fidel Castro. Esa hija moriría de cancer años después. Ya en Cuba el Che tuvo cuatro hijos más, a los que también abandonó de pequeños para irse de aventuras a Africa. Los marxistas dirán que el Che fue a luchar por la humanidad y todas esas tonterías, pero la realidad es que abandonó a todos sus hijos. Como padre, el Che fue un fracaso.

    Como médico, el Che demostró su poca vocación hipocrática cuando, en medio de un combate en la Sierra Maestra, decidió cargar una caja de balas antes que la bolsa de medicinas para salvar vidas. Luego diría en su mensaje a la Tricontinental que "el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de los límites naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar" y "nuestros soldados tienen que ser así". Esas palabras y sus acciones como porrista de los fusilamientos masivos de los primeros años de la dictadura, demuestran que como médico, el Che fue un fracaso.

    Como presidente del Banco Nacional de Cuba, el Che presidió el arbitrario y abusivo cambio de moneda en 1961 que provocó la pérdida de millones de pesos en ahorros de miles de ciudadanos cubanos, además de eliminar de un zarpazo el valor del peso cubano, que hasta 1960 tenía paridad 1:1 con el dólar. Desde entonces el peso cubano se convirtó en una moneda sin valor convertible, en unos papelitos que provocaron la pérdida del poder adquisitivo de los cubanos. Como presidente del Banco Nacional de Cuba, el Che fue un fracaso.

    Como Ministro de Industrias, el Che supervisó la bancarrota paulatina de la economía cubana, una economía que hasta unos meses antes era pujante, y que crecía cada año. El Che destruyó la productividad de la economía con un modelo estalinista que eliminó los estímulos monetarios y materiales y los sustituyó con estímulos morales (diplomas y discursos vacíos). El Che también fue cómplice de los descabellados planes de Fidel Castro que costaron millones a la economía cubana e instauró una pesada y parásita burocracia que hasta hoy se niega a morir y que sigue siendo un lastre para la economía. En vez de industrializar y desarrollar a Cuba, la pésima gestión del Che y los demás miembros del gobierno cubano llevaron el país a una crisis permanente y al racionamiento de alimentos y servicios que dura hasta hoy. Como Ministro de Industrias, el Che fue un fracaso.

    Como guerrillero, el Che fue incapaz de iniciar una guerrilla exitosa. Después de varios meses tratando de organizar infructuosamente un foco guerrillero en el Congo y otros países africanos, el Che tuvo que regresar a Cuba con el rabo entre las patas, no sin antes pasar una temporada de descanso por Europa. Pero la mejor prueba de su fracaso como guerrillero, es su propia muerte. Su intento de promover la revolución continental desde Bolivia fue un fracaso estrepitoso que culminó con su muerte. Se cumplió aquella máxima de que quien a hierro mata, a hierro muere. Como guerrillero, el Che fue un fracaso.

    Hay que reconocer, sin embargo, que hay un área en la que el Che ha tenido un éxito rotundo: la explotación mercantil de su imagen. El Che se ha convertido en una exitosa y lucrativa marca comercial, como demuestra la foto del multimillonario rapero Jay-Z con la camiseta del Che. La ignorancia es atrevida y es por eso que miles de personas llevan con orgullo la imagen del Che, desde marxistas trasnochados hasta multimillonarios ignorantes. Y nadie se ha beneficiado más de la imagen del fracasado guerrillero que la propia dictadura, que vende cada año miles de camisetas, artesanias, llaveros y muchísimos otros artículos con la imagen del Che.