Cuando hace unos tres años un estudiante universitario le preguntó al pintoresco presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón, cuáles eran las razones por las que los cubanos no podían salir del país y viajar libremente por el mundo, el funcionario respondió: "Si todo el mundo, los 6 mil millones de habitantes pudieran viajar a donde quisieran, la trabazón que habría en los aires del planeta sería enorme, los que viajan realmente son una minoría".
Pues en esa minoría se encuentra el compañero Alarcón, quien ahora anda por México, y quien viaja varias veces al año, como muchos de los altos funcionarios comunistas, por razones de "trabajo" (léase propaganda, en muchos casos) o de vacaciones. Todos esos altos funcionarios y sus familiares pueden salir sin problemas con el indigno y despreciable permiso de salida, ni las divisas necesarias para hacerlo. A ninguno de ellos, especialmente a Alarcón, les preocupa la "trabazón" en los aires cuando de viajar se trata, ni la contaminación, ni los millones en el mundo que no pueden viajar.
Ahora el régimen, ante la injustificable situación, ha prometido "estudiar" la posibilidad de que los cubanos que tengan los recursos, se incluyan en esa minoría que puede viajar. Eso significa que los cubanos deben sentarse pacientemente a esperar, pues sabemos por experiencia que esos "estudios" del gobierno cubano no tienen fecha de terminación. Si los cubanos quieren viajar sin ser discriminados ni controlados de forma arbitraria, tendrán que esperar a que ese régimen moribundo llegue a su final necesario.
A quienes me piden ejemplos de la doble moral de los funcionarios del régimen cubano, ahi tienen una.
el colmo del descaro es el alarcon este,yo pienso que en el futuro ese deba ser uno de los que vaya a los tribunales
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