domingo, 19 de junio de 2011

Los Millonarios Buenos

El Comandante, que niega ser multimillonario, pero es el dueño de todo en Cuba
 Los comunistas, por principio, detestan a los millonarios burgueses, a quienes acusan de acumular sus riquezas mediante la explotación de los pueblos. Sin embargo, la jerarquía del régimen cubano ha mantenido en estas cinco décadas de campaña anticapitalista, excelentes relaciones con muchos millonarios capitalistas, quienes han disfrutado de la hospitalidad y hasta la compañía del comandante y otros lideres comunistas, en sus visitas a la isla.

La clave está en la posición de esos millonarios hacia el régimen: si usted alaba a los líderes y habla bien de las "conquistas" de la revolución, es decir, si usted hace propaganda a favor del régimen, le pagarán con un recibimiento digno de un "millonario". Hasta hace unos años, la cumbre de la visita de un multimillonario a Cuba era una cena con el gran lider, preparada según las orientaciones del propio comandante, quien tiene gustos muy refinados cuando se trata de cocinar la langosta o los camarones. También le tendrían un carro de protocolo con chofer a su servicio (que a la vez es un espía de la inteligencia, porque en Cuba todo el mundo es vigilado, aunque sea "amigo") y si no se hospedaba en uno de los hoteles de lujo, le hospedarían en una de las casas exclusivas para visitantes extranjeros en el barrio de "El Laguito".

Entre los millonarios capitalistas que gozan del favor del gobierno cubano, y por tanto son glorificados por la maquinaria propagandística del régimen, se encuentran los actores Danny Glover y Sean Penn, los cineastas Oliver Stone y Michael Moore, deportistas como Mohamed Ali o Diego Maradona, y empresarios como Ted Turner, fundador de CNN, y el símbolo del capitalismo David Rockefeller y su hija, Peggy Dulany.


Aqui lo vemos con David Rockefeller, quien en 1995 lo invitó a su mansión en Westchester County y lo presentó a la alta sociedad de Manhattan
 Esa extraña fascinación del comandante con los poderosos del capitalismo, empresarios, artistas de Hollywood, o senadores norteamericanos, contrasta con su retórica antimperialista de cinco décadas. Si usted realmente detesta a los explotadores de los obreros, no se sentaría a la mesa con los mismos, ni los recibiría con tanta pompa.

Después de ver al comandante ir al corazón del capitalismo mundial, Wall Street, a cenar con los mayores "explotadores" del planeta; ser presentado a la "alta sociedad" de Manhattan, o exhaltar al mexicano Carlos Slim por ser el hombre más rico del mundo y buen conocedor del capitalismo, uno podría pensar que el comandante es un hipócrita que predica para otros lo que no quiere para si.

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