Declararon a Cuba un estado oficialmente ateo durante décadas. Ahora estan de luna de miel con la religión. La hipocresía en su máxima expresión. |
Ricardo Alarcón, el pintoresco presidente de la Asamblea Nacional del gobierno cubano, acaba de declarar que recibirán al Papa con "alegría y felicidad". Al parecer a Alarcón no le preocupa que el Papa y su séquito congestionen los cielos del mundo, como si harían los cubanos si pudieran viajar libremente.
El caso es que recibirán con bombos y platillos a Ratzinger, jefe de la Iglesia Católica, institución de historia bastante turbia y corrupta. Pero se entiende el gesto diplomático y la afinidad entre los líderes cubanos y los del Vaticano: ninguno de ellos fue electo directa y democraticamente por quienes dicen representar.
Pronto, los antiguos ateos serán más cristianos que el Papa, y el líder religioso mostrará, por unas horas, su preocupación por la pobreza material y espiritual del pueblo cubano. El plato fuerte, por supuesto, será la condena del Papa al bloqueo, razón fundamental por la que el gobierno cubano monta tal show. Hay que cuidar como oro la justificación a la ineficiencia, la escasez, la censura y la represión, es decir, el bloqueo.
Después de la fanfarria, cada uno de los ancianos regresará a su vida de lujos y comodidades.
Dios los cria y el diablo los junta!
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