Mercenarios Ideológicos

Salim Lamrani, profesor de la Sorbona y empleado del régimen cubano

          

Vincenzo Basile, destacado propagandista y bloguero

Jean-Guy Allard, conocido mercenario al servicio de la dictadura cubana

Hace un tiempo atrás publiqué mi opinión de que los verdaderos mercenarios en Cuba, los que han vendido y entregado el país a poderes extranjeros, han sido el comandante y su camarilla. Hoy quiero hablar de los mercenarios ideológicos del régimen cubano, los extranjeros que por simpatías con la torcida ideología de quientusabes y comparsa, han decidido repetir las campañas propagandísticas del departamento ideológico del PCC y defender al régimen cubano en el exterior.

Estos mercenarios ideológicos mantienen estrechas relaciones con muchos dirigentes cubanos y con "periodistas" oficiales que les proveen información que el gobierno cubano quiere diseminar en el exterior. 

La razón por la que el gobierno cubano usa a estos mercenarios es muy sencilla: la imagen del régimen está tan desprestigiada en el exterior, y sus portavoces nativos tan desacreditados dentro de Cuba, que ellos creen que presentando estas voces desde el extranjero adulando al gobierno, el pueblo seguirá creyendo el cuento del hombre lobo (el malvado capitalismo) que quiere comerse a la Caperucita (la "bondadosa" revolución). 

Esos mercenarios ideológicos visitan a Cuba con frecuencia para hacer turismo ideológico. Allí les organizan visitas dirigidas donde les muestran la vitrina que el régimen quiere que vean, y se marchan convencidos de que la "democracia" de Fidel y su desastroso sistema son la panacea.

Los mercenarios ideológicos del régimen cubano son muchos, pero algunos de los más conocidos trabajan para Cubainformación, un canal de televisión radicado en España, que además cuenta con una página web y una emisora de radio.

Otros muy conocidos son el periodista de origen canadiense Jean-Guy Allard; el profesor de la Universidad de la Sorbona Salim Lamrani, y blogueros como Vincenzo Basile (estudiante universitario italiano) y J.M. Alvarez, supuesto obrero español (según se describe a sí mismo). 

Hay muchos más, pero los nombrados se destacan en la virulencia de su campaña propagandística y de desacreditación contra los opositores cubanos, y la defensa a ultranza del status quo que mantiene a la mayoría de los cubanos en la indigencia material y a una pequeña cúpula partidista-oligárquica viviendo como burgueses capitalistas.

Ninguno de estos mercenarios duraría una semana en Cuba viviendo las vicisitudes diarias de la gente de a pie. Ninguno ha renunciado a la vida en el capitalismo "salvaje" en el que viven. 

Allard se retiró a vivir en Cuba. ¿Creen ustedes que vive de un salario en pesos cubanos? ¿Creen que vive en un edificio en Alamar? Claro que no; Allard recibe su retiro en dólares, que debe ser cuantioso, lo que en Cuba equivale a ser millonario. 

Y que tal Lamrani, ¿dejó su trabajo en La Sorbona para radicarse en Cuba? Claro que no, todavía no esta en edad de retiro, y no es lo mismo ser profesor de La Sorbona que ganar 600 pesos en la UH.

¿Y Vincenzo Basile y J.M. Alvarez? El primero ha prometido irse a vivir a Cuba, aunque sin fecha determinada. Eso si, primero quiere terminar su educación universitaria en Italia, en una universidad capitalista. El segundo despotrica cada minuto del capitalismo y de la vida miserable que allí se lleva (y no hay dudas de que la crisis ha golpeado con fuerza a los españoles). Lo que es extraño es que un obrero pueda mantenerse publicando artículos todo el día en la internet, cuando la agobiante situación no debería dejarle tiempo sino para trabajar en la fábrica 

Y hablando de España y la crisis, ¿quién financia Cubainformación? Los obreros y militantes de izquierda que apoyan al régimen cubano no tienen plata para financiar una emisora de televisión. ¿ De dónde sale esa plata? ¿Será que el gobierno cubano sigue malgastando el dinero del pueblo, como hizo durante décadas en guerras innecesarias y financiando movimientos subversivos en todo el mundo?

En fin, que estos camajanes mercenarios apoyan la utopia de Fidel, pero siguen viviendo placidamente las maldades del capitalismo. Al final la historia de Cuba reflejará en sus páginas la forma en que muchos extranjeros fueron engatusados por el "iluminado", y como vendieron sus almas al diablo por creer en ideología torcida y falsa.