Por Juan Reynaldo Sánchez* (Tomado de Cafe Fuerte)
¿Confía la élite del poder en Cuba en el sistema educacional del país, bastión de la propaganda sobre los logros de la revolución entronizada en 1959?
No se trata de un fenómeno desencadenado ahora que el deterioro de todos los niveles de la sociedad cubana hace agua, y las diferencias entre capas y clases de ciudadanos está saliendo a flote con amarga crudeza. La selectividad de las escuelas a las que asistían los hijos de la máxima dirigencia del país es una historia que tiene una larga cola de hipocresía y desfachatez.
Desde principios de los años 70, los hijos de Fidel Castro y Dalia Soto del Valle no asistieron a escuelas regulares del sistema educacional cubano, como habría dictado la proverbial retórica del igualitarismo socialista.
Por el contrario, se creó para ellos una escuela especial llamada "Esteban Hernández", situada en la calle 212 entre 31 y 37, en el municipio Playa. Aunque nominalmente habia una dirección del plantel, Dalia era quien tenía a su cargo la institución y nada podía hacerse allí sin su consentimiento.
Escuela para elegidos
Cuando los hijos de Fidel Castro terminaron el noveno grado y pasaron a la Escuela Vocacional "Vladimir Ilich Lenin" de La Habana, la escuelita "Esteban Hernández" fue desmantelada y hoy es una dependencia de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano.
Los hijos de Fidel Castro y Dalia Soto del Valle ya están fuera del sistema de enseñanza tras hacer sus carreras y encaminar sus profesiones, pero ellos a su vez han tenido descendientes -nietos del gobernante cubano- que tampoco asisten a escuelas regulares del sistema educacional cubano. Van a otras escuelas que han sido creadas para estos "propósitos especiales", como es el caso de la Escuela "Vilma Espín Guillois", que fue inaugurada por Fidel Castro el pasado abril en los predios de la vaquería Futuro Lechero, muy cerca de Punto Cero, donde reside la familia Castro, sus hijos y nietos.
La nueva instalación tiene capacidad para 140 estudiantes, fundamentalmente hijos de dirigentes y de miembros de la Seguridad Personal.
Las instalaciones de la antigua escuelita "Esteban Hernández" y ahora de la "Vilma Espín Guillois" cuentan con biblioteca, centros de laboratorios y otras dependencias en óptimas condiciones y equipada con instrumentos que muy pocas veces se encuentran en escuelas comunes del Ministerio de Educación.
Diplomáticos no confiados
No solo son los hijos de papá los que evitan insertarse en las escuelas regulares del MINED. Ni siquiera los diplomáticos acreditados en Cuba confían en el sistema educacional cubano, incluyendo incluso a aquellos que representan a gobiernos de comprometida defensa de las supuestas conquistas sociales del régimen. Sus hijos asisten a escuelas privadas donde también concurren algunos cubanos que poseen otra ciudadanía y sus padres pueden pagar las cuotas que no son accesibles al ciudadano común.
Una de esas escuelas es la International School of Havana, acreditada por el Council of International School (CIS) y la Asociación de Nueva Inglaterra. Fundada en 1965, la Escuela Internacional tiene niveles desde prescolar hasta el bachillerato y las cuotas de pago van desde $3,780 dólares en los primeros años hasta $11,556 dólares anuales en los grados 11 y 12.
Resulta imposible que un obrero cubano pueda enviar a su hijo a este tipo de escuela, cuyos graduados egresan con un nivel académico reconocido por universidades de otros países.
Como si eso fuera poco, tanto los hijos de la cúpula cubana que se gradúan en centros privados como la Escuela Internacional de La Habana y otras entidades especiales asisten a universidades internacionales, ya sea porque papá y mamá pueden costear las matrículas y sus estudios, o porque reciben becas de gobiernos extranjeros.
Mis nietos queridos
Tal es el caso de los hijos de Fidel Castro Díaz-Balart que estudiaron en España y Alemania, Mirta y Fidel A. Castro Smirnov, así como dos hijos de Jorge Angel Castro, otro vástago reconocido de Fidel Castro: Guido Castro Odio, quien realizó un Doctorado en Matemática en la Universidad de Salamanca, y su hermana Lidia Castro Odio.
No es de extrañar que tras culminar sus estudios en el extranjero, los hijos de los privilegiados del gobierno cubano, en su gran mayoría no regresan al país para trabajar en empresas estatales y construir el fracasado socialismo tropical del siglo XXI, sino que son empleados en empresas foráneas -con representación o no en Cuba- gracias a las influencias de sus progenitores.
La cúpula gobernante no se conforma con tener residencias lujosas en barrios exclusivos de la capital cubana, o atenderse en hospitales selectos con los mejores médicos y especialistas del país. Hoy ese abismo entre "la vida dirigente" y "la vida de los otros" se acrecienta también a través opciones educacionales que disfrutan los hijos y familiares de los jerarcas cubanos.
Y eso que todos íbamos a ser iguales.
*Juan Reynaldo Sánchez fue escolta personal de Fidel Castro entre 1968 y 1994, con grados de teniente coronel. Fue destituido y cumplió prisión en Cuba. Logró abandonar la isla en el 2008 y actualmente reside en Miami. Tiene en proceso de edición un libro sobre su experiencia en la seguridad personal del gobernante cubano
Bolívar dijo:"Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo: es donde se origina la usurpación y la tiranía” Es lo que ha pasado en Cuba durante 5 décadas. Queremos desenmascarar al gobierno cubano y los hipócritas que le apoyan, y desnudar la doble moral de los altos líderes comunistas que viven todos, sin excepción, en los barrios y mansiones de los capitalistas a quienes expropiaron.
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