La Heredera Pequeño Burguesa |
Mariela Castro, una de las herederas de la monarquía tropical, anda de visita por Holanda. Eso no es noticia, pues todos saben que en el país de la escasez y las prohibiciones para viajar, Mariela es una de las elegidas que pasa buena parte del tiempo visitando el capitalismo. Para estos hijitos de papá no hay restricciones con el permiso de salida ni limitaciones financieras.
Como decía, no es noticia que la Mariela Castro (o la Aleida Guevara, otra turista "revolucionaria") viajen constantemente; la noticia son las declaraciones que la hija del actual presidente ha hecho con respecto a la prostitución en Cuba. Esta desvergonzada dice, entre risas y burlas que "en Cuba hay mucha gente que dice tengo que arreglar el baño y no tengo dinero, entonces le da el servicio sexual al albañil hasta que termine el baño, y después no lo hace más porque no le gusta." Es decir, las cubanas se prostituyen para poder resolver sus problemas. Y eso a ella le da risa.
Esta desfachatada compañera reconoce con toda naturalidad que el régimen es incapaz de resolver los problemas de la gente y que eso los empuja a prostituirse. Por otra parte, no hace distinción ni aclara quienes son las mujeres que realizan esa práctica, por lo que quienes no conocen de Cuba pueden llevarse la impresión de que todas las mujeres, en determinado momento, se prostituyen, pues en Cuba las necesidades son muchas y en todos los ámbitos.
En el colmo de la hipocresía, la heredera se deshace en elogios a la práctica de la prostitución en Holanda. En la entrevista con Radio Netherlands, Mariela habla de su visita al Barrio Rojo de Amsterdan: "Admiro y respeto el modo en que [las prostitutas del Barrio Rojo] han encontrado una manera digna de hacer su trabajo sexual y de hacerse respetar. Realmente me ha gustado mucho conocer directamente cómo es que lo hacen.
Lo que más me ha gustado es que han podido procesar y dignificar la manera en que hacen valer este trabajo, porque es un trabajo. Y, además, de hacer valer derechos también. Eso me parece muy importante y los cuidados de salud, la protección de la violencia, la protección del abuso en sentido general."
Lo que más me ha gustado es que han podido procesar y dignificar la manera en que hacen valer este trabajo, porque es un trabajo. Y, además, de hacer valer derechos también. Eso me parece muy importante y los cuidados de salud, la protección de la violencia, la protección del abuso en sentido general."
Y mientras las putas de Holanda son dignas de admiración por ejercer tan digno trabajo, las de Cuba son maltratadas, recogidas a la fuerza, enviadas a "centros de reeducación" y luego forzadas a regresar a sus provincias. Mariela se olvida que su madre, Vilma Espin, durante años llevó a cabo una campaña contra las prostitutas cubanas, a las que acusaba de querer llevar una vida fácil. ¿Dónde estaba Mariela todos esos años?
En una entrevista con el diario Clarin en noviembre de 2007, Mariela dijo sobre la prostitución: "Eso se había superado en Cuba, por eso cuando empieza el turismo dolió tanto al pueblo de Cuba que las mujeres empezaran a prostituirse, porque se habían dignificado mucho con la Revolución. Entonces se veía como algo indigno que mujeres con posibilidades se prostituyeran. Porque trabajo siempre hay en Cuba..."
Es decir, las prostitutas holandesas hacen un trabajo digno y además lo hacen porque en Holanda no tienen otros trabajos; las cubanas hacen un trabajo indigno, porque según Mariela, en Cuba siempre hay trabajo.
¿Hasta dónde llegará la desfachatez de estos personajes? Mariela Castro ha hecho declaraciones que ofenden la dignidad de todos los cubanos, pero eso no se sabrá dentro de Cuba, donde la prensa no dirá una palabra de esta metedura de pata.
A pesar de todo, hay que reconocer que Mariela, sin quererlo, ha denunciado la causa real de la prostitución en Cuba: escapar de las penurias y resolver los problemas y necesidades que el gobierno incapaz e inepto de su padre y hermano no han podido resolver en 5 décadas.
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