martes, 28 de febrero de 2012

Antonio Castro Soto del Valle


Foto oficial del "Tercer Vicepresidente" en el sitio web de la AIBA


Antonio Castro Soto del Valle, hijo del dictador tropical, es uno de los flamantes vicepresidentes de la Asociación Internacional de Béisbol Amateur. No sé si otros cubanos pensarán como yo, pero creo que aquí hay gato encerrado. El hijo del dueño de Cuba ha sido elegido para representar al país en esa organización, y no tengo dudas de que no han sido sus dotes de líder ni su talento deportivo los que lo llevaron a ocupar esta posición.

Los cargos de la AIBA son elegidos democraticamente por sus miembros, así que no hay por qué dudar de la limpieza del proceso de elección de sus directivos. Al ser Cuba uno de los miembros más poderosos e importantes de la organización, es de esperar que cualquier candidato que la Federación Cubana presente, sea elegido.

Donde se traba la catalina es en el proceso para nominar el candidato dentro de Cuba . ¿Es que no hay en Cuba personas con más experiencia, incluso ex jugadores estelares, que podrían ser mejores candidatos? No creo que Antonio Castro, cuya experiencia deportiva se limita a viajar con el equipo de béisbol de Cuba en calidad de médico de la selección, sea el mejor candidato. Sin dudas, detrás de la imposición de esta candidatura y su elección, se encuentra la mano todopoderosa del gobierno cubano, manejado y controlado por la dinastía familiar a la que Antonio pertenece.

Este es otro ejemplo más del chanchullo nepótico en una nación que se maneja como una finca. El hijito de su papá seguramente expresó su deseo de ser miembro de la organización, y eso fue suficiente para que la maquinaria que mantiene a su padre en el poder, pasara por encima de candidatos más calificados.

Personalmente entiendo el deseo de Antonio: es muy sabroso viajar y ver lo "malo" del capitalismo de cerca. Para alguien famoso por su addición a los viajes al exterior, las fiestas, la ropa cara y otras "extravagancias burguesas", es natural que se le coloque en un puesto que le garantice acceso a todo aquello sin levantar mucha algarabía. Los críticos tendrán que callar ahora, porque el hijo del dictador viaja libremente por el mundo, no por el puro goce hedonístico a que está acostumbrado, sino porque es un directivo de una importante organización internacional.

A pesar de todo, debemos respirar aliviados pues este Castro ha preferido fiestar y viajar que meterse en asuntos del poder. ¿Se imaginan un Castro jóven, con la ineptitud que lleva en la sangre, pero con muchos años más de vida para destruir aún más a la nación cubana?



2 comentarios:

  1. si te fijas,los castros estan dejando posicionados a los hijos en posiciones que perduran y que obtienen beneficios,eso por si acaso,se ve a las claras las intensiones

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  2. Asi mismo es anonimo, ellos se estan posicionando porque no son tontos y saben que cuando mueran los viejos, se les acaba el control de la finca.

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